"Preservar el bien más preciado: la naturaleza"
Aquí todo empezó a dar otro giro y ya no valía cualquier lugar para colocar las colmenas. Tuvo que preservar las abejas y su trabajo de lugares que pudieran entrar en contacto con estos nuevos agentes químicos. El bienestar de las abejas y la calidad de su miel, se convierte así, en el principal objetivo del trabajo diario, para seguir recolectando miel pura y natural, que no se vea afectada nada más que por la naturaleza.
Nuestro padre supo transmitir muy bien todos estos valores e inculcarnos la importancia del bienestar de las abejas y la calidad del producto, por encima de todo. Y con estas premisas seguimos trabajando, ya en la cuarta generación de esta familia, inculcando estos valores también a la siguiente generación, que ya se interesa por estos animalitos trabajadores y ordenados, tan importantes para nuestra subsistencia y para la recuperación de nuestros recursos naturales. Lola sería la imagen de la quinta generación. Una nueva generación llena de pasión, que sigue aprovechando todos los avances técnicos para seguir cuidando PURAMEL, sin perder nunca de vista el respeto por el campo, por las abejas y el cuidado de la mayor joya que nos rodea: LA NATURALEZA